No podemos obviar que es un factor relevante a la hora de elegir nuestros vinos, el placer que produce beber un vino de calidad que desde el primer momento te ha entrado por el ojo con una etiqueta que consigue transmitirte sensaciones que otras no lo hacen.

“Me resulta frío tomar un vino con una etiqueta blanca con un escrito negro de la viña. Hacer vino es un arte por lo que hay que jugárselas con este aspecto que a mi juicio no es menor. Una etiqueta debe prevalecer sobre el producto. Debe transmitir algún mensaje coherente con el producto. Que no te diga nada, no tiene ningún sentido”. Así describe Pedro Retamal, como se ha involucrado y compartido su arte y experiencia con Viñedos y en particular con Viña Umpel como autor de la etiqueta Del Peregrino.

     Pedro Retamal, nació en Tome, pero se considera penquista por desarrollar gran parte de su trayectoria en Concepción. Su interés por el arte es absolutamente un talento y don, no venía de familia de artista y empezó a pintar desde muy pequeño. “Ni mis padres ni mis hermanos eran artistas. El que siguió el camino fue mi hijo, gran pintor Rodrigo Retamal. Fui absolutamente autodidacta y discípulo de dos grandes maestros Rafael Ampuero y Nemesio Antúnez; en ese tiempo, joven, arquitecto y pintor.  Éramos los artistas y estuve en una gran casa en Pedro de Valdivia donde tuve mucho tiempo mi taller, tenía hasta tres turnos diarios de clases de pintura”.

     Hoy desde Pucón en su taller inserto de maravillosa vegetación y vista nos habla como se inspiró en la etiqueta del peregrino logrando magno resultado.

“Te vas impregnando del ambiente, la zona, la cepa, el color de la uva. Específicamente en Umpel conociendo la gente, la religión, los colores de la zona. Me fijo mucho, ya sea en la primavera, las cosechas, la vestimenta de las personas. Pase miles de veces por Yumbel. Yo fui mucho tiempo devoto de San Sebastián por lo que conocía muy bien la historia del entorno. Los campesinos llegan a pagar mandas por la cosecha y hacer donaciones. Mi inspiré y creo que lo más representativo era el joven arrodillado con su sombrero, sus productos, la uva dedicándoselo a San Sebastián. Cuando me hablaron de un vino representativo, que mejor idea Del Peregrino”.

El diseño de la etiqueta Del Peregrino es sin duda un elemento diferenciador, que transmite el mensaje y facilita su recuerdo. No puedes privarte de disfrutar de esta auténtica obra de arte, que nos hace leer entre líneas para que nuestra experiencia con el vino sea de calidad.